En las próximas semanas se decide una parte esencial del entramado energético español. Se resolverá la propuesta de inversión para redes eléctricas que se incluirá en la planificación nacional y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicará la tasa de … retribución financiera (TRF), que es el dinero que ganan las empresas por invertir en las redes. Ante este escenario, las compañías muestran todas sus cartas, así como los motivos para que ambas cuestiones sean próximas a sus intereses. Y, sobre todo, preocupa la decisión del regulador.
En este escenario, el último en alzar la voz de manera contundente ha sido el CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, que alertó sobre las inversiones que se pueden deslocalizar si finalmente no hay un marco retributivo que sirva para sacar adelante todos los proyectos necesarios.
Ha sido en el contexto del ‘VII Congreso Aelec‘, donde las otras dos grandes empresas distribuidoras de electricidad, EDP y Endesa, también mostraron su pesar. Y es que, en estos momentos, la CNMC ha publicado una orientación previa de TRF que no gusta a nadie.
Ruiz-Tagle advirtió que no se puede crear un escenario de incertidumbre en España, y que eso provoque «un movimiento de estas inversiones hacia países con regulación y retribuciones más altas».
El directivo de Iberdrola recordó que actualmente existe un importante cuello de botella a nivel de transporte y distribución. Así, sobre el tema recurrente de si hay suficiente demanda eléctrica como para seguir invirtiendo tanto en infraestructura, aseveró que todos los sectores de gran consumo lo están pidiendo. Aseguró que existe un nivel alto de consenso sobre la necesidad de que se mejore el acceso a las redes eléctricas, y esa cuestión pasa por mejorar lo que ya existe.
Falta dinero
Ruiz-Tagle, en su reflexión sobre lo que supondría tener menos dinero para redes con respecto a lo que sucede en otros países, también señaló que Europa debería tener un mercado común en esta materia. Por ello, recordó que se está invirtiendo menos que en Francia o Alemania, algo que puede llevar a replantarse dónde se pone el dinero.
En este contexto, la presión se ha trasladado a la CNMC. Desde Iberdrola entienden como necesario que exista el «mismo lenguaje entre la política energética y el regulador», ya que si no es así se puede ir a «un escenario de incertidumbre».
De esta manera, subrayó la necesidad de compatibilizar el aumento de las inversiones «con una retribución adecuada», pidiendo así un análisis «con rigor y visión de futuro» por parte del regulador en su propuesta actual de una tasa de retribución financiera para la actividad del 6,46%, superior al 5,58% actual, pero alejada de las expectativas de las eléctricas de un 7,5%.
En la misma línea, el director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa, José Casas, puso en valor como «por primera vez» todo el sector ha presentado una alegación conjunta a la CNMC, mostrando así la necesidad de una retribución «adecuada».
Así, aplaudió la propuesta de real decreto por el que se regulan los planes de inversión de las redes de electricidad del Gobierno, ya que «va en la buena línea», aunque lamentó que falta que se «acompañe de los incentivos necesarios».
Por su parte, el consejero delegado de EDP España, Pedro Vasconcelos, defendió la necesidad de contar con una tasa de retribución financiera para las redes eléctricas en línea con los objetivos de la electrificación, para que la demanda «pase del papel a la realidad».
En este sentido, recalcó la «frustración» que a veces recogen las empresas de tener la oportunidad pero no recibir «unas señales» alineadas como esos objetivos, por lo que apuntó la necesidad de que esas «señales buenas» de apuesta por la electrificación de la economía se vean acompañadas también de una retribución coherente.