Una vez más Inditex ha presentado unos resultados históricos, con unos beneficios de 2.791 millones de euros durante el primer semestre de su ejercicio fiscal (entre el 1 de febrero y el 31 de julio), un 0,8% más que en el mismo … período del año anterior. Sin embargo, y a pesar de ser una cifra de récord, este resultado confirma la incapacidad de la compañía de Amancio Ortega de mantener las ganancias sensacionales de años anteriores, en un contexto en el que su negocio ya está más maduro y en el que la situación geopolítica no lo pone fácil.
Esto, en todo caso, era algo que los analistas ya daban por sentado. La sorpresa, esta mañana, ha sido la reacción de los inversores, que, lejos de castigar a la firma de moda por la moderación de sus beneficios como sucedió en marzo con la presentación de los resultados anuales-, han disparado sus acciones un 7,29%.
De esto se deduce que el mercado ha asumido que los beneficios espectacularmente altos no podían durar eternamente. Hasta ahora la firma de moda los tenía mal acostumbrados, pues, tras la crisis de 2020 a causa de la pandemia, cuando las ganancias se desplomaron un 70%, la empresa cerró tres ejercicios consecutivos con ganancias a doble dígito; del +193% en 2021, del 27% en 2022 y del 30% en 2023. Sin embargo, en 2024 los beneficios se redujeron a un +9%, que aún así es una cifra sensacional, y a partir de ahí en lo que llevamos de año han avanzado hacia una moderación cada vez más acusada.
El primer trimestre de 2025 cerró con unas ganancias de +0,8%, cifra idéntica a la anunciada hoy. En la presentación de estos datos, el consejero delegado de la empresa, Óscar García Maceiras, ha reivindicado lo que considera un “sólido rendimiento” y “con ventas satisfactorias” en un entorno de mercado, ha reconocido, que es “complejo”.
Precisamente, en un reciente informe la Asociación Retail Textil España (ARTE) se refería a esa complejidad, al indicar que el sector de la moda «es especialmente sensible a las disrupciones externas» que han irrumpido con la guerra comercial arrancada por la Casa Blanca de Donald Trump. Y esto no se manifiesta solamente a través de interrupciones en las cadenas de suministro y dificultad de acceso al mercado estadounidense, también en forma de moderación del consumo a causa de la inflación que resulta de esas tasas en frontera.
Mejor otoño/invierno que primavera/verano
Esto y la propia maduración de la empresa, que dificultaba mantener los crecimientos récord, ha hecho que las ventas en este primer semestre queden en un más discreto +1,6% (con respecto al mismo período de 2024), hasta los 18.357 millones de euros. A tipo de cambio constante, a su vez, el dato se sitúa en el 5,1%. Sin embargo, un análisis más detallado revela que las colecciones de la campaña de otoño/invierno han sido mejor recibidas que las de primavera/verano, pues para el período entre el 1 de agosto y el 7 de septiembre de 2025 el incremento de ventas a tipo de cambio constante se sitúa en el 9% interanual.
En lo que refiere al margen bruto, el indicador que mide la rentabilidad de las ventas después de deducir el coste de producción y la adquisición de bienes, este aumentó un 1,5%, hasta los 10.703 millones de euros, y se situó en el 58,3% de las ventas (cinco puntos menos que en el mismo período de 2024).
A su vez, los gastos operativos crecieron un 2,2% y el ebitda (ganancias antes de impuestos, intereses, etc.) se incrementó un 1,5%, hasta los 5.114 millones de euros. El ebidt (ebidta sin gastos de depreciación y amortización) creció un 0,9%, situándose en los 3.572 millones de euros, y el beneficio antes de impuestos lo hizo un 0,1%, hasta los 3.601 millones. Con la presentación de estos datos, la firma de moda ha aprovechado para informar de que el dividendo final para el ejercicio de 2024 (0,84 euros por acción) se pagará el 3 noviembre de 2025.