El duro episodio de sequía de los últimos años ha dado un respiro a la DO Empordà, cuyos vinos están presentes en más de 50 países y que prevé una producción en la línea de la media habitual de los últimos años. Los viticultores estiman que alcanzarán los 60.000 hectolitros, rompiendo la tendencia de años anteriores que se saldaron con descensos significativos en el número de kilos de uva recolectados.
Los viticultores indican que, a diferencia de otras campañas, la pluviometría ha sido buena, lo que ha permitido un buen desarrollo de las plantas y de las uvas. Los bodegueros, sin embargo, han tenido que combatir contra los efectos del mildiu, un hongo que prolifera en condiciones de mucha humedad y que reduce la capacidad productiva de la vid al dañar las hojas y los frutos.
Las previsiones podrían haber sido mejores si no fuera por la afectación de jabalíes, corzos y pájaros
Aunque la sequía ha dado una tregua, los años de escasez de agua todavía están pasando factura a las plantas a causa del estrés hídrico de la planta y de los futuros brotes. Desde la DO Empordà explican que esta campaña podría haber sido mejor si no hubiese sido por el impacto de la fauna cinegética. Los jabalíes y los corzos han dañado la uva, especialmente en las parcelas más aisladas y próximas a las zonas boscosas. Otro hándicap de este año ha sido la incidencia de los pájaros.
Fuentes de la DO Empordà explican que la producción final dependerá de las condiciones meteorológicas de las semanas venideras, que marcarán la evolución de la uva y determinarán el volumen final de la vendimia en el Empordà.
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La DO Empordà agrupa a más de 40 bodegas que trabajan viñas de variedades autóctonas y tradicionales. Las autóctonas representan dos tercios de las vides de la zona. Las bodegas de la DO venden aproximadamente unas 6 millones de botellas a más de 50 países.