Para dar cumplimiento a lo pactado en Escocia el pasado 27 de julio y asegurarse de que la Casa Blanca rebaja del 27,5% al 15% el arancel a los coches europeos –lo que más preocupa en Bruselas–, la Comisión Europea ha iniciado el … proceso legal para eliminar todas las tasas que aplica a la industria estadounidense y abrir el mercado comunitario a una amplia gama de sus productos agrícolas; de nuevo, a costa de la cólera de los agricultores del Viejo Continente.
A cada acuerdo comercial que la Unión Europea firma con un país tercero y que incluye un capítulo alimentario, le sigue la polémica con las organizaciones agrarias, que no aceptan una competencia que consideran desleal porque no está sujeta a las normas sanitarias, medioambientales y de salud animal que les impone Bruselas. Mercosur, Marruecos, Ucrania… La lista es larga y desde el pasado 27 de julio hay que añadirle los Estados Unidos, que en el terreno de la seguridad alimentaria se parecen más a Brasil que a Europa, aseguran a ABC fuentes del sector.
Lo primero que se hace evidente, por la lectura del texto que la Comisión ha remitido a los eurodiputados y a los Estados miembro para una ratificación que se promete difícil, por cierto, es que nada se sabe del ‘cero por cero’ arancelario que Von der Leyen prometió hace un mes. A falta de novedades, las exportaciones europeas a EE.UU. pagarán un 15% –en España, afecta sobre todo al vino y el aceite– sin que en este lado del Atlántico se haga lo propio. Lo segundo, que en el listado de productos americanos que entrarán a arancel cero hay algunos que están en condiciones de poner en aprietos al sector en España.
No es el caso de la carne de vacuno, que ha quedado fuera del pacto –afortunadamente, pues EE.UU. es el primer productor mundial y el quinto exportador a la UE–, según el Ejecutivo que preside Von der Leyen, porque solo ha aceptado liberalizar bienes «no sensibles»; es decir, alimentos que la industria europea necesita a buen precio o que no plantean problemas de competencia. Sin embargo, el problema con esta lectura, apuntan fuentes del sector a este diario, es que Bruselas no ha tenido en cuenta el hecho de que los intereses de la industria no son los mismos que los del campo.
«Si haces eso en España te meten en la cárcel»
En Estados Unidos los ganaderos pueden utilizar hormonas y antobióticos para engordar a los cerdos. «Si haces eso en España, te meten en la cárcel», asegura a ABC el portavoz de la patronal del sector.
Miguel Ángel Higuera
Anprogapor
No pagarán tasas arancelarias los mariscos, frutos secos, lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, granos y semillas, semillas oleaginosas de soja o la carne de cerdo, entre otros. Una lista larga y cuyos primeros damnificados serán sin duda los productores de almendra. EE.UU. es el primer productor mundial de este fruto, con 1,27 millones de toneladas en la campaña 2024/25, y el segundo puesto lo ocupa España, con 373.558 toneladas. El caso es que, aun así, cada año importamos en torno a 80.000 toneladas de almendruco estadounidense. También exportamos otro tanto (en torno a 100.000 toneladas), pero, y ahí está la clave, lo que España vende fuera es de mayor calidad mientras que las compras en el exterior satisfacen la voracidad de la industria nacional de dulces, que necesita materia prima barata. Este esquema explica la lógica que han aplicado los negociadores de Bruselas, pero según el sector el acuerdo dejará miles de damnificados.
«Una invitación a exportar»
Según se lee en la propuesta de reglamento que ahora debe ser aprobado, la UE se ha comprometido a aceptar medio millón de toneladas anuales de fruto seco a arancel cero, nada menos que cinco veces lo que exporta España a todo el mundo. Según Javier Fatás, portavoz de la organización agraria COAG, esto distorsionará todavía más el mercado nacional y golpeará a un sector que ya sufre unos precios bajo mínimos, incluso con los actuales aranceles, que oscilan entre el 3% y el 5,8%. Y junto a la almendra, los otros afectados son la nuez de nogal y el pistacho. En 2024 España importó 20.593 toneladas de nueces y 18.259 de pistacho estadounidenses, cantidades que bien podrían verse multiplicadas por la eliminación de las tasas en frontera.
Como apuntan a ABC desde FEPEX, la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas, los frutos estadounidenses parten con la ventaja de no tener que soportar la normativa comunitaria. De hecho, un estudio de la revista Environmental Health publicado en 2019 reveló que los productores de almendra en EE.UU. usan hasta 72 pesticidas prohibidos o en trámite de prohibición en la UE.
Flexibilización sanitaria
La UE se ha comprometido a eliminar «barreras no arancelarias» a los bienes de EE.UU., incluyendo una simplificación de los requisitos sanitarios para la carne de cerdo y productos lácteos.
Otro potencial afectado es el porcino, pues la Comisión se ha comprometido a aceptar 25.000 toneladas de carne de cerdo a arancel cero, de nuevo, con el argumento de que la UE ya es una potencia exportadora en este sector. Así es, pero según explica el director de la patronal española (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, el problema es que el acuerdo es «una invitación a vender más» sin tener que cumplir con las mismas normas. En EE.UU. no hay límite legal para el tamaño de las granjas, por ejemplo, y se utilizan antibióticos y hormonas para acelerar el crecimiento de los cerdos; «Si un ganadero hace eso en España, le meten en la cárcel», zanja Higuera.
Hasta aquí lo que refiere a alimentos concretos, pues lo cierto es que la propuesta de la Comisión contiene disposiciones que afectan a todo el sector. Paradójicamente, en la negociación con Trump Von der Leyen aceptó flexibilizaciones legales que en otros casos no ha permitido; por ejemplo, con Mercosur. La UE se ha comprometido a no aplicar el reglamento anti-deforestación a los productos estadounidenses y a relajar los certificados sanitarios que se les van a exigir al porcino y a los lácteos. Según José María Castilla, portavoz de Asaja, la UE ha sentado «un peligroso precedente» de cara a futuras negociaciones.