España afronta una crisis de vivienda agravada en las últimas décadas. Los jóvenes buscan, al igual que hicieron generaciones pasadas, un hogar, pero los altos precios y los bajos salarios los alejan de este objetivo.
Una de las soluciones que se plantean en los últimos tiempos para atajar este problema estructural es construir, aunque a este deseo se unen también a veces trabas administrativas complejas que solventar. La construcción de vivienda en España requiere también que se destinen recursos a la vivienda protegida a precios más accesibles que las del mercado libre y bajo unos requisitos concretos.
El número de calificaciones provisionales (aquellas que otorgan provisionalmente los derechos y obligaciones del régimen legal de protección porque el proyecto cumple con las disposiciones legales vigentes) sí se ha incrementado en estos últimos años frente a la década de 2010. Sin embargo, aún en 2024 algunos territorios no concedieron ninguna licencia de este tipo. Hay que precisar que los datos de Vivienda no especifican los motivos de la decisión, que puede ir desde trabas administrativas a la ausencia de proyectos presentados.
Más vivienda protegida, pero todavía insufienciente
Según el Boletín Anual de 2024 del Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Vivienda, el número de viviendas terminadas en 2024 ascendió a 100.980, una cifra que no contempla la división entre el régimen libre y las protegidas. Es la mayor cifra de los últimos 12 años. Según el Banco de España, en nuestro país faltan todavía 700.000 viviendas para atender la demanda de los hogares.
Desde el Ministerio destacan que el año 2024 vino marcado por «una importante reacción del sector de la construcción». Durante el pasado año se concedieron un total de 14.371 calificaciones definitivas a viviendas protegidas y otras 23.967 calificaciones provisionales. Pese a que desde 2018 el número de proyectos de este tipo de hogares ha crecido año a año hasta llegar a la cifra de 2024, no es suficiente ya que algunas comunidades no dieron ninguna licencia durante todo este periodo.
La vivienda protegida en 2024 divide España: Madrid encabeza las calificaciones provisionales
La evolución de la construcción de la vivienda protegida en España es desigual. Madrid lideró ampliamente el ranking en 2024 con 12.648 calificaciones provisionales aprobadas en este año gracias a una fuerte subida de concesiones. Le siguen los saldos positivos de Cataluña, Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana. Otros de los factores a tener en cuenta en este tipo de decisiones -y por el que se puede explicar el crecimiento o la ausencia de él- se encuentran el número de población de cada territorio y su crecimiento, el precio de la vivienda libre o la capacidad adqusitiva de los habitantes del mismo.
Por contra, las que aprobaron menos o no aprobaron nada. Desde 2009, Ceuta no ha concedido ninguna calificación provisional para vivienda social. Melilla no lo hace desde 2011, un caso muy similar al de Ceuta que no concede ninguna calificación provisional desde 2012, con la excepción del año 2021 donde se otorgaron 90 calificaciones provisionales. Castilla y León no lo hizo ni en 2023 ni en 2024. Murcia no lo hizo en 2024. En el caso de Canarias, no concedió ninguna de estas licencias ni en 2022 ni en 2023, mientras que en 2024 no se disponen de datos. En La Rioja no se han concedido en los tres últimos ejercicios.
La evolución también ha sido desigual a lo largo de los años, con momentos de tendencias crecientes y decrecientes. En el gráfico a continuación muestra la evolución de las calificaciones en la vivienda social en España desde 2007 por comunidades autónomas sin tener en cuenta el régimen al que se destinan, alquiler o propiedad.
La vivienda protegida se ha reactivado en los últimos años
Sin entar en los datos autonómicos y como señalan en el Boletín Especial de Vivienda Social del Ministerio de Vivienda, en términos generales, las calificaciones provisionales de vivienda protegida cayeron en España desde 2008 y, como señala el informe, «especialmente desde 2010». Además, se han reducido más la viviendas protegidas en régimen de arrendamiento que las destinadas a la propiedad.
Por otro lado, desde el primer trimestre de 2018, como muestran los datos del Ministerio, el número de calificaciones provisionales han crecido y se han mantenido más o menos estables, entre las 2.000 y las 3.000 por trimestre. Ese número se reduce en el caso de las calificaciones definitivas para las viviendas protegidas.
En el primer trimestre de 2025 estas supusieron 3.237 y 2.497, respectivamente. En total, desde 2018 se han concedido en España 101.669 calificaciones provisionales para vivienda protegida frente a 702.591 viviendas libres iniciadas.
Lejos de las cifras de los años 80
En la década de los 80 en España se terminaron 1.006.431 viviendas protegidas. Pero a pesar de que el incremento de la población ha sido constante, la cifra de vivienda protegida ha ido descendiendo década a década. Entre los años 2011 y 2020 se construyeron -y terminaron- apenas 185.511 viviendas protegidas.
Asimismo, en el año 1981, la vivienda protegida terminada suponía un 46,8% sobre el total del parque de vivienda terminada. Del mismo modo, esos datos han ido poco a poco a menos. En 2023, se terminaron un total de 89.119 viviendas, de las cuales 80.473 fueron libres y el resto, 8.646, protegidas. De tal manera, la vivienda social en España durante este año tan solo supuso el 9,7% del parque de la vivienda. Así, entre 1983 y 2023 la vivienda protegida en nuestro país tan solo supone un 21,2% sobre el total del parque inmobiliario.
Reportar un error