El rumor, se dice, es la antesala de la noticia, y aquello del «comprar con el rumor y vender con la noticia» es el «pan nuestro de cada día» en el devenir de los mercados. Y, en estas últimas jornadas, le ha tocado de lleno … a uno de los valores con más solera de la Bolsa española: Telefónica. La cotización de la operadora que preside Marc Murtra sufrió un revés ante los rumores que le vienen persiguiendo prácticamente desde que su anterior primer ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, decidiera recortar el dividendo en 2021, hasta los 0,30 céntimos de cara al año siguiente. Entonces se pagó al accionista 0,15 céntimos en diciembre de 2021 y otros 0,15 en junio de 2022 mediante dividendo flexible.
Al cierre de la sesión de ayer, el valor de Telefónica retrocedió 0,021 euros la acción, un 0,48% respecto a la sesión previa, hasta los 4,38 euros. Ahora bien, el día previo, había perdido ya un 2,42%, hasta los 4,40 euros, frente a los 4,51 euros del pasado viernes.
Y como el pasado siempre vuelve, esta semana, y de cara también a las decisiones que incluirá el nuevo plan estratégico elaborado por Murtra, su equipo directivo y sus asesores externos que se presentará el próximo 4 de noviembre, el rumor de que el dividendo de la operadora desaparecerá vuelve a estar sobre los tapetes de los inversores e intermediarios bursátiles.
La caída del precio de la acción desde que se conoció la posibilidad de tocar el dividendo –el pasado lunes–, se produce además con niveles elevadísimos del volumen de negociación de títulos de la operadora (diez millones de acciones cada jornada), algo inusual en los últimos tiempos y que sin duda tiene al regulador (la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV) pendiente de analizar.
Mientras tanto, los accionistas del núcleo duro de Telefónica esperan ojo avizor: el Estado –a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con el 10%–, Criteria Caixa (10%), la operadora saudí STC (9,97%) y BBVA, con el 5%. Desde la SEPI no quisieron hacer comentarios y remitieron a ABC a la operadora para esta cuestión. Puestos en contacto con Criteria y con BBVA no hubo comentarios al respecto.
Según fuentes del mercado, varios bancos de inversión han recomendado la medida de acabar con el dividendo a Murtra, si bien advierten de que no creen que deje de remunerar al 100%. La propuesta rompería con décadas de tradición en una empresa donde accionistas como Criteria Caixa y BBVA han basado históricamente su confianza en «la estrategia de remuneración».
No obstante, desde el desembarco de Francisco Reynés como vicepresidente del conglomerado inversor de La Caixa y de José María Méndez, como director general, la estrategia en participaciones en otras empresas ha variado. Precisamente, en junio, Criteria, tras anunciar que definitivamente renunciaba a comprar Celsa –una operación iniciada por su anterior CEO, Ángel Simón–, justificaba la decisión al afirmar que «el consejo, en el marco de la situación económica, de los mercados financieros y del sector, ha tenido también en cuenta el encaje de dicha operación en el plan estratégico de la Fundación y especialmente en relación con la capacidad de sus participaciones en atender una política de dividendos sostenible a largo plazo».
En el mercado, los inversores están igualmente a la espera de conocer las nuevas líneas estratégicas de la nueva Telefónica de Murtra. Hasta el momento actual, la operadora ha destinado unos 1.700 millones de euros al año al pago de dividendos. Según UBS, eliminar esta partida permitiría reducir el apalancamiento en 0,18 veces al año. Es decir, no repartir dividendos permitiría a Telefónica reducir la presión que tiene por su todavía elevada deuda frente a sus beneficios.
La acción se ha revalorizado un 12% desde la llegada de Murtra en enero, pero sigue un 83% por debajo de sus máximos históricos firmados en el año 2000, y un 80% desde el pico previo a la crisis de 2008.