El pulso de Ryanair con Aena a cuenta de las tasas demuestra que la excesiva dependencia de los aeropuerto de una sola compañía es una condena al fracaso. El trasfondo de todo este desacuerdo es la postura cerrada de dos empresas por mantener su posición … con el peor desenlace posible, que ha sido el cierre de bases en aeropuertos en los que la low cost lidera el tráfico. Una por no perder ni un céntimo de sus objetivos de beneficio y la otra, que además está sostenida con fondos públicos, por no tomar la vía de la negociación.
Por el camino se quedan destinos heridos de muerte y centenares de empleos perdidos. El sector turístico de Jerez calcula que la pérdida durante esta temporada de verano en la que los boeing de la compañía irlandesa no han aterrizado en su pista ronda los 80 millones de euros. Tenerife empieza a hacer números de lo que supondrá el desastre este invierno.
El tijeretazo que el excéntrico presidente de Ryanair ha asestado al mercado español parece que no afectará demasiado al aeropuerto de San Pablo, pero no hay que lanzar las campanas al vuelo, pues en febrero sus analistas volverá a sacar la calculadora y es posible que se anuncien nuevos cierres de bases en otras ciudades.
El 36% de la cuota del mercado sevillano depende de Ryanair. Es, con diferencia, la compañía que más ha apostado por nuestro destino y ese crecimiento de vuelos ha ido unido a un boom turístico en la capital que ha revolucionado como nunca el sector.
La ampliación sin precedentes y el salto de calidad de la planta hotelera también ha venido de la mano del aumento de viajeros que entran por San Pablo. Por eso es necesario diversificar cuanto antes la nómina de aerolíneas. En ese trabajo lleva inmerso desde hace varios años tanto el gestor aeroportuario como el Ayuntamiento de Sevilla, pero no hay soluciones fáciles.
La capacidad para abrir rutas que ha mostrado la aerolínea irlandesa no la tiene ninguna otra. Ni siquiera Vueling, que lidera el mercado doméstico. Tampoco se ha apoyado lo suficiente a Sevilla para volar más lejos con la ansiada conexión con Estados Unidos. El cacareado vuelo a Nueva York sigue siendo un anhelo, a pesar de que los estudios confirman que es más que rentable y que tendría una alta ocupación. Tampoco hay noticias de las conexiones con Miami o con algún país sudamericano a las que siempre se alude en los balances de Fitur y de las que nadie habla el resto del año.
Por el momento, Sevilla y Málaga permanecen ajena al pulso de Ryanair, pero no hay garantías a futuro, si quiera el hangar de reparaciones lo es, pues se puede desmontar en cualquier momento.