Cerrar dos días a la semana ya es una decisión poco común en la hostelería, pero si además estos son el sábado y el domingo la sorpresa es máxima. Este es el caso del restaurante Trippa, en Milán, que prioriza la conciliación familiar de sus trabajadores a la maximización de los beneficios.
En un sector en el que, en demasiados casos, se roza —cuando no se sobrepasa— la explotación de los trabajadores en la búsqueda de sacar el máximo rendimiento posible la trattoria, creada hace diez años por Pietro Caroli y el chef Diego Rossi, ha decidido poner por delante la calidad de vida de los empleados.
“Para lograrlo, dado que no podemos aumentar los salarios indefinidamente, necesitamos mejores condiciones laborales, y esta nueva organización semanal es la solución”, explicaron al medio Leggo.it.
Los dueños aseguraron que trabajan “muy bien todas las noches”. Sin embargo, para recuperar parcialmente las pérdidas, abrirán para el almuerzo dos días a la semana, aunque esta medida no es una solución económica decisiva. “Ganaremos menos dinero, pero seremos más felices”, apuntaron.
Este establecimiento busca así poner por delante el tiempo que se pasa con la familia y los seres queridos con una decisión para tomar nota que también hace pensar en el tiempo de ocio de los trabajadores en el sector hostelero.