Es fácil adivinar que los ciudadanos se espantarán cada vez que oigan debatir sobre la quita de la deuda, aburridos preventivamente. Estos debates que requieren de tecnicismos financieros y administrativos es difícil que calen en la opinión pública, no ya reacia a meterse en harinas … complejas sino además muy escéptica ante estas polémicas por las groseras manipulaciones partidistas. Y a eso se aferra el PSOE, que ha lanzado una campaña de propaganda previsiblemente eficaz con dos mensajes: «Andalucía es la más beneficiada» y «Juanma Moreno no puede negarse a 18 mil millones para hospitales y colegios». Oponerse a esto requiere dar explicaciones, y ahí es donde el PSOE sabe que ya tiene muy ganada la batalla del relato. Y eso es lo único que les importa a estas alturas, sobre todo en un año electoral que encaran con la presión asfixiante de los malos sondeos. En definitiva esos mantras simples son mucho más eficientes que los argumentos complejos, y su estrategia de propaganda pasa por repetir, sin más, esos dos eslóganes son falsos.
Sostener que Andalucía es la más beneficiada pasa por uno de los trucos más elementales de la manipulación: en casi todo la comunidad más poblada dará las cifras totales más altas. Es ridículo comparar lo que recibe Andalucía, con más de 8,5 millones de habitantes, con La Rioja, que tiene la misma población que la capital cordobesa, o Cantabria, que tiene menos habitantes que la ciudad de Málaga, u otras como Extremadura o Asturias e incluso Baleares, que tienen menos habitantes que la provincia de Cádiz. Y suma y sigue. Un truco, en fin, bastante ramplón.
La comunidad más beneficiada no es Andalucía sino, con mucho, Cataluña. Lógico. La quita de la deuda, que el Gobierno ha ignorado en sus siete años en el poder, se hace a petición de Esquerra Republicana de Cataluña, y se les da a cambio de sus votos. Obviamente Esquerra vende éstos a buen precio, y no admitirían que Cataluña no sea la más beneficiada. La trampa está en la fórmula empleada, claro. Todos los expertos coinciden en que un cálculo sin incluir el parámetro de la infrafinanciación es injusto. Así lo defendía también María Jesús Montero cuando estaba en la Junta y todavía actuaba pensando en los intereses de Andalucía. Lo malo no es hacer una quita, sino hacerla así obviando esto para beneficiar a Cataluña.
La fórmula aplicada ni es equitativa ni transparente. Francisco Pérez, el catedrático que dirige el IVIE, centro de referencia en financiación autonómica, ha explicado bien la trampa. Él enfatiza que la quita es pertinente pero en ningún caso sin el criterio de la infrafinanciación, para aliviar a las comunidades que han tenido que acumular un endeudamiento justificado. Y con ese criterio, los datos son rotundos: el Gobierno le condona a Cataluña unos 4.000 millones de más, y a las comunidades peor financiadas -Andalucía, Comunidad Valenciana o Murcia- se les escamotea miles de millones, como también a Madrid. Esta es la verdad del cuento.
Ángel de la Fuente, director Ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), hace el cálculo incluyendo dos factores: la infrafinanciación, que efectivamente debería ser insoslayable, y la población ajustada, es decir, considerando los factores específicos que reflejan las necesidades reales de un territorio más allá del número bruto de habitantes. Y el resultado es muy revelador. Según esto, en Cataluña van a recibir un 87% más de lo que merecen, y en Andalucía un 15% menos de lo que le correspondería, aunque la peor parte se la llevan Murcia y Comunidad Valenciana, entre un 35% y un 40% menos. En datos per cápita se entiende bien. La quita de María Jesús Montero premia con un bonus de algo más de 1.000 euros a cada catalán, y le hurta entre 400 y 1500 euros a valencianos, murcianos y andaluces.
El otro mantra del PSOE, con la sumisión de Sumar, es que Andalucía renunciaría a miles de millones para gasto social en sanidad o educación si no acepta la quita. Y esto es aún más falso, que ya es decir. De hecho, dos días después de vender el camelo, ya se admite que el impacto de la condonación deberá ser ‘neutral’ a efectos de la regla de gasto, de modo que se restringe el uso de los intereses ahorrados en la quita y no se podrán usar para construir hospitales o colegios u otras políticas sociales. Pero la mentira ya circula, desde que Sánchez lo dejó caer en la entrevista del lunes y después María Jesús Montero desde Moncloa. Esta quita no da dinero, sino que mutualiza la deuda de los territorios para que pase al Estado, pero la seguiremos pagando todos con nuestros impuestos. En definitiva, sólo se trata de un instrumento para facilitar el regreso a los mercados, que es el problema que tenía Cataluña, pero no Andalucía. Lo de las políticas sociales es, pues, falso. También.
Nada de esto le quita el sueño al PSOE, que da por hecho que su campaña de propaganda con esos mantras («Andalucía es la más beneficiada» y «Juanma Moreno no puede negarse a 18 mil millones para hospitales y colegios») tiene el éxito asegurado mientras el PP se enredará en tecnicismos para desmentir tales mentiras. Y es una hipótesis verosímil. En definitiva, confían en el principio goebbelsiano de repetirlo mil veces hasta que parezca verdad. Y por eso habrá que tener la paciencia de repetir mil veces que es falso.
Va de suyo que cada cual puede creer y votar lo que quiera, e incluso dejarse engañar, pero no engañar a los demás. Esta es una operación política del sanchismo beneficiando a Cataluña para mantenerse en el poder, y cada andaluz está siendo perjudicado directamente, como también valencianos y murcianos. Pero esto va de elecciones, no de honestidad. Un PSOE desesperado no dudará en llevar su indecente campaña de propaganda hasta el final, e incluso procurarán manejar los tiempos para que Moreno diga no a ese dinero cerca de las elecciones de modo que le pase factura en las urnas. En eso confían.