Sol y sombra
José Luis Sanz conoce el potencial de promoción turística que posee la organización de etapas de una carrera ciclista
13/09/2025
Actualizado 14/09/2025 a las 09:22h.
EN sus años como alcalde de Tomares, José Luis Sanz entendió y aprovechó el potencial de La Vuelta. El ciclismo siempre fue una poderosa herramienta para la promoción turística, algo que Unipublic, la empresa organizadora, entendía desde antes de su compra por la francesa ASO. … En 1983, el «invento» de la etapa de los Lagos de Covadonga, con la épica batalla entre Marino Lejarreta y Bernard Hinault, contribuyó decisivamente a revitalizar los Picos de Europa y en 1990, la carrera se decidió en Andalucía, en dos inéditos recorridos hasta el pico de Sierra Nevada y Ubrique que coronaron por sorpresa a Marco Giovannetti. Sanz ya estaba de precampaña en Sevilla en la segunda llegada al Aljarafe, en 2022, que dejó la imagen icónica de Primoz Roglic en un último y desesperado intento por arrebatarle el maillot de líder a Remco Evenepoel. Dos cracks mundiales peleándose a hachazo limpio cornisa arriba.
Patricia del Pozo, que ha entendido desde su doble consejería las concomitancias entre cultura y deporte, habrá tomado buena nota de cómo pueden ayudar las retransmisiones de ASO al conocimiento del patrimonio andaluz. ¿Qué es el Tour, sino un publirreportaje anual de centenares de horas en directo para 150 países sobre el atractivo turístico de Francia? Pues ahí le han brindado nuestros cachorros de Hamas la ocasión de salir al rescate de La Vuelta, que seguro que en 2026 estará encantada de surcar los tranquilos parajes del Sur después de esta edición norteña y accidentada. El alcalde Sanz, tras la estupenda experiencia de los dos finales de etapa en Tomares, le puede contar las bondades del negocio.
En las últimas dos semanas, desde que llegó a España procedente de Turín, la carrera ha sido saboteada. Una jarca violenta, fanatizada por la agitprop que propalan en medios públicos y subvencionados los muecines adoradores del ayatolá Albares, acosó a ciclistas y seguidores con consecuencias tan lamentables como la caída de Javier Romo, que tuvo que abandonar. Esa abigarrada tropa de ninis nostálgicos de la kale borroka, profes de instituto en excedencia y pensionistas estancados aún en el mayo del 68 podría verse reforzada en las carreteras meridionales por los supervivientes de la utopía de Marinaleda y los cuatro añorantes del Muro de Berlín que acarrea Teresa Rodríguez para manifestarse en cada equinoccio delante de la base de Rota, pero bastaría con que la Guardia Civil de Tráfico recibiera la instrucción adecuada para minimizar sus gamberradas. Sin necesidad siquiera de molestar a los antidisturbios.
En política, hay que aprovechar las oportunidades y el PP andaluz no debería dejar pasar la ocasión, en plena berrea preelectoral, de mostrar que Andalucía es una comunidad fiable, segura y en la que rige el Imperio de la Ley. Con un gobierno autonómico que sabe de qué lado ponerse cuando una banda terrorista chií comete una matanza atroz entre ciudadanos de una democracia liberal. Hay que elegir entre rodar en el pelotón de Occidente o ser el gregario de un jefe de filas iraní.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
Reportar un error