Desde Homero, la poesía ha estado bañada por las aguas del mar. Autores como Shakespeare, Antonio Machado, Pablo Neruda y Derek Walcott le han dedicado exquisitas loas poéticas a aquel dios de las tormentas, llamado Poseidón por los griegos.
El inescrutable mar ha sido la insignia de los poetas, los amantes y los marineros.
Nuestro país, bañado por el mar Caribe y el Pacífico, ha tenido grandes poetas que le han cantado al mar. Del Caribe, podemos mencionar, entre otros, a Meira del Mar, Jorge Marel y Fernando Linero.
Del Pacífico: Helcías Martán Góngora, Guillermo Payán Archer, Medardo Arias Satizábal, Alfredo Vanin y Elcina Valencia, entre otros.
Desde su primer libro de poesía, titulado Prisionero del mar (1983), Moro Manzi, nacido en Tumaco, viene cultivando una poesía silente, bañada por las aguas del Pacífico sur.
Hoy, después de cincuenta años de trabajo literario, Moro Manzi nos presenta sus poemas en un libro titulado En una rara soledad (Poesía reunida 1974-2024).
Hace tres años, Moro Manzi nos había sorprendido con su libro de relatos Bocagrande del Pacífico (Pigmalión).
Desde el primer poema, el libro conserva un olor a mar que embriaga de felicidad.
Manzi le canta a la hamaca o chinchorro, aquel artefacto ancestral que sirve para soñar y descansar.
“¿A dónde van los días? –se pregunta–. ¿Acaso son como el mar/ que va y viene/ y se conturba con el viento?”.
El poeta evoca el mar de la infancia, aquel mar que lo vio crecer y que nunca lo ha abandonado porque siempre lo ha llevado en el corazón.
La poesía de Moro Manzi ha estado estrechamente vinculada con la naturaleza; con el entorno primigenio del manglar, del estero, y la estrella de mar.
“El manglar, de mágicas visiones,/ de melodías silenciosas,/ de signos y prodigios,/ recorre la eternidad”.
Manzi le canta a la hamaca o chinchorro, aquel artefacto ancestral que sirve para soñar y descansar.
“Recostado en la hamaca,/ el tiempo regresa/. Quien mecía,/ era mi madre”. (Infancia).
Hermoso haikú, breve, minimalista, que nos remonta a nuestros ancestros.
Moro Manzi no es moro ni italiano. Es el poeta mareño que nació en Tumaco, la perla del Pacífico.