Los canarios atraviesan su momento de menor consumo de pescado en décadas. Así lo muestran los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que reflejan que cada habitante del Archipiélago consume 14,4 kilos al año, frente a los 19,19 kilos de la media nacional.
Esta diferencia de casi cinco kilos coloca a Canarias como la comunidad donde menos pescado se come en todo el país. Esto contrasta con una tierra de tradición marinera y abundante en especies locales, como el cherne o la vieja, que han contrinuido a destacar la gastronomía canaria.
De hecho, estos datos han llamado tanto la atención que se ha hecho eco el medio en alemán Teneriffa News. Este destaca que el secretario de la Cofradía de Pescadores de Mogán, Miguel Ángel Delgado, reconoce que la situación preocupa al sector. “Los canarios consumen muy poco pescado fresco, y mira que promocionamos nuestras especies”, comentó.
Tanto el sector como el ministerio observan que el problema es principalmente uno: el precio. “No todo el mundo está para pagar un kilo de sama a 17 o 20 euros. El pescador vende a un precio asequible, pero cuando el producto llega a las grandes superficies se dispara”, apuntó Delgado.
El precio se suma, además, a la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación en los hogares. Esto hace que muchas veces se opte por prescindir de este plato o que los consumidores canarios se decanten por opciones más baratas, como los productos congelados.
“Esto supone que el pescado importado o de piscifactoría se ha convertido en parte integral de la dieta canaria”, ha agregado el medio en alemán especializado en noticias de Canarias, que ha señalado que muchos de estos pescados se importan de África. Esto abarata el precio, pero, según las asociaciones, también reduce la calidad. “Cada cual elige lo que consume, pero es evidente que el pescado de aquí se queda atrás, pese a su calidad”, remarcó el experto.