La principal prioridad del Gobierno son los Presupuestos. Después de zanjar el debate interno sobre si asumir o no el riesgo de llevarlos a votación en el Congreso sin amarrar antes los apoyos, con algunos ministros socialistas de peso apostando por “no pagar un doble peaje” y “pasar por encima” en caso de no tener garantías, todo se enfoca a dar esta batalla. De ahí que en la parte socialista se hayan desmarcado del choque directo de Yolanda Díaz con Junts, a raíz del rechazo de los posconvergentes a la reducción de la jornada laboral. En el PSOE quieren mantener en pie los puentes para intentar blindar las negociaciones con Junts sobre las cuentas públicas y entienden que la confrontación espoleada por Sumar no ayuda. Como tampoco lo haría seguir visibilizando un distanciamiento con sus socios respecto a su hoja de ruta. En este contexto, se ha enfriado la convocatoria del debate sobre el estado de la nación.
Fuentes de Moncloa aseguran que la pretensión de celebrar este debate de política general “sigue en pie”, aunque reconocen que no hay fechas. Sin margen ya para llevarlo coincidiendo con el arranque de este curso político, como se barajó. En el Gobierno quieren ir paso a paso y ahora se dicen centrados “en formato Presupuestos”. Con todo, todavía no hay conversaciones específicas con los socios para sacar adelante la senda de gasto, el primer paso necesario para su elaboración. En Hacienda apuntaron su objetivo de llevar los objetivos de déficit al Congreso antes de rematar el mes de septiembre, pero estos plazos se han ido flexibilizando.
El debate sobre el estado de la nación no es el mejor marco para visibilizar amplios consensos ni estabilizar la legislatura. Más de dos tercios de las propuestas de resolución que se presentaron en el último que se celebró, en julio de 2022, fueron rechazadas. Buena parte de ellas con posiciones de máximos, con la posibilidad de que cada grupo presente hasta una quincena. El Ejecutivo, además, arrancó el curso con un nuevo varapalo del Congreso a una de sus leyes estrellas, alimentando el mensaje de una legislatura agotada ante la incapacidad para articular mayorías parlamentarias.
Desde la parte socialista del Gobierno insisten en la máxima de que “hay que seguir dialogando” en referencia a sus socios de investidura, y especialmente a Junts. Para ello se ultima la elección del representante del PSOE en la mesa de negociación en Suiza, una función que ejercía el ex secretario de Organización, Santos Cerdán, ahora en prisión. Asimismo, el Gobierno reiteró su compromiso a que Pedro Sánchez celebre una reunión con el líder de esta formación y ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, aun sin concretar ni fecha ni lugar.
En lo que va de legislatura no se ha celebrado ninguno de estos debates para discutir la orientación política general del Gobierno y hacer balance de su gestión. Pese a la animadversión que Sánchez parece procesar hacia debate sobre el estado de la nación, pues el de hace tres años fue el único que convocó desde que llegó a Moncloa en 2018, se incluyó en el plan de regeneración una media para establecer la obligación de celebrarlo anualmente. Algo que sucedió de forma interrumpida entre 1983 y 2015.
El Plan de Acción por la Democracia promovido por el propio Gobierno aboga por su reglamentación “para dar estabilidad a este mecanismo de transparencia y rendición de cuentas del Gobierno” con carácter anual. De forma paralela, el PP promovió una iniciativa similar para determinar su obligatoriedad a través de una reforma del reglamento del Congreso a la que se dio luz verde el pasado mes de abril con los votos favorables de los socialistas.
Conferencia de Presidentes
En la agenda del Gobierno para el último trimestre del año sí aparece la celebración de la Conferencia de Presidentes. Está prevista celebrarla en diciembre, con el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, como anfitrión. A diferencia del debate sobre el estado de la nación, este foro multilateral con las comunidades está pautado y su reglamento obliga a celebrar al menos dos reuniones al año.
El jefe del Ejecutivo incluso ha adelantado que el “principal punto” que propondrá incluir en el orden del día será el impulso al un pacto de Estado de frente a la emergencia climática. Ante la dana que azotó la Comunidad de Valencia y la ola de incendios de este verano se busca impulsar un gran acuerdo entre formaciones políticas y las comunidades autónomas con medidas enfocadas a la prevención y la actuación coordinada ante las emergencias.
Suscríbete para seguir leyendo