Ante el nuevo capítulo de tensión diplomática con Estados Unidos tras la descertificación de Colombia en la lucha contra el narcotráfico y la revocatoria de la visa del presidente Gustavo Petro por el cuestionado llamado al ejército norteamericano a desconocer a su comandante en jefe, dos hechos que no sucedían desde la administración de Ernesto Samper, el llamado de los excancilleres es a que impere la diplomacia para sostener las relaciones con el socio comercial más importante del país.
Después del episodio, el presidente Petro ha arremetido cada vez más contra la administración Trump, que anunció el retiro de la visa al mandatario por haber exhortado a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia en plena calle de Nueva York, en medio de su visita a la Asamblea General de la ONU.
Donald Trump, en la Copa Ryder Foto:AFP
“Revocar la visa no es un acto contra Petro, sino contra las Naciones Unidas y contra la lucha por la vida de la humanidad”, dijo ayer el mandatario en redes sociales. Sin embargo, analistas han coincidido en que la declaración tenía fines políticos.
Pero ahora, además de los mensajes del mandatario en su cuenta de X, al contrario de lo que sucedía con otros cancilleres de este gobierno, como Luis Gilberto Murillo y Laura Sarabia, el Palacio de San Carlos también está tomando el mismo tono que el mandatario.
En la noche del sábado, la Cancillería emitió un comunicado en el cual acusó a Estados Unidos de usar como “arma diplomática” la revocatoria de la visa y de atentar contra el “espíritu de la Carta de 1945 que garantiza una participación in situ con promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión sin consideración de fronteras”.
Rosa Yolanda Villavicencio Mapy, canciller de Colombia. Foto:Cancillería
“No se puede esperar mucho de que el Gobierno vaya a hacer un esfuerzo por mejorar el tono y la relación con Estados Unidos. No va a venir remedio ni del Presidente ni de la Cancillería, mucho menos con una canciller que, a diferencia de otros cancilleres, tenía como prioridad tener una relación medianamente funcional. Villavicencio está ahí única y exclusivamente para obedecer, reforzar y servir de caja de resonancia de lo que dice el Presidente”, aseguró la analista Sandra Borda.
El llamado de los excancilleres a que prime la diplomacia
Así las cosas, en manos del embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, está el futuro de la relación entre Bogotá y Washington y evitar, a través de la diplomacia, que se escale esta crisis con el principal socio comercial del país, que ya una vez, en medio de otra crisis provocada por el presidente Gustavo Petro cuando impidió la llegada de aviones con deportados, anunció aranceles del 50 por ciento para Colombia, algo que habría sido un golpe a la economía y que se pudo evitar gracias a la gestión diplomática de Murillo, saliente canciller, y Sarabia, quien lo reemplazó.
Laura Sarabia, excanciller. Foto:MILTON DÍAZ
Precisamente sobre esta crisis, Sarabia aseguró que se debe evitar una ruptura total de la relación entre ambas naciones. “La diplomacia debe ser el camino para solucionar las diferencias. La diplomacia debe actuar como un amortiguador para que las tensiones políticas no escalen a un conflicto mayor”, aseguró a este diario la exministra de Relaciones Exteriores.
Para la excanciller y exvicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, el Presidente va llegando al final de su período y no supo entender lo que es un estadista. Cuestiona que el mandatario actúe y deje a un lado el interés nacional y las necesidades de corto y largo plazo para Colombia. “La política exterior no puede usarse para satisfacer vanidades personales ni para pretender un liderazgo personal de venganzas, buscando aparecer como una víctima y arriesgando al país al aislamiento, la pérdida de reputación internacional y el retiro de la cooperación internacional en los temas estratégicos para Colombia, en un momento en que la comunidad global, desafiada por las redes internacionales del crimen, vinculadas muchas de ellas a Colombia, requiere construir relaciones de apoyo basadas en valores democráticos”, aseguró Ramírez.
La vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez. Foto:Prensa Vicepresidencia
Por eso, el camino, insisten los exjefes de la diplomacia colombiana, es priorizar los intereses de la Nación con su principal socio comercial, ya que un revés en esas relaciones podría golpear duramente la economía colombiana.
“El camino para evitar otro problema es no personalizar las relaciones internacionales, que no dependan de las simpatías del jefe de Estado hacia otros presidentes. Igualmente, no usar la diplomacia de micrófono o de mensajes en X. Hay que acudir a la Cancillería”, aseguró el excanciller Julio Londoño, quien añade: “El embajador debe buscar algo positivo para mostrar en el país. Creo que el embajador en Washington lo ha tratado de hacer”.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política
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