María Jesús Montero confía en la sólida estructura del PSOE de Andalucía, «ese bicharraco que es», y en su ejército de casi 45.000 militantes, para insuflar a su candidatura la energía que necesita para recuperar la Presidencia de la Junta y darle … la victoria que (todas) las encuestas se empeñan en negarle. A machacar este mensaje, de que el cambio es posible si la gente progresista «no se queda en casa» y a apremiar a los militantes a movilizarse «en cada plaza, cada bar y cada puesto de trabajo» actuando como «agentes electorales», ha dedicado la vicepresidenta primera del Gobierno un discuros de 55 minutos este sábado en San Juan del Puerto (Huelva) durante su intervención en el segundo Comité Director del PSOE-A que convoca desde que se hizo con las riendas de la Secretaría General el pasado mes de enero.
«Con esas ganas y fuerza, con ese bicharraco que es el PSOE de Andalucía que cuando está bravío, unido, se lo cree y pelea militante a militante, simpatizante a simpatizante, somos imbatibles», arengó a los suyos la también vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda, vicesecretaria general y mano derecha e izquierda de Pedro Sánchez. Fue el presidente quien puso en marcha la ‘operación Montero’, desplazando a Juan Espadas -que soñaba con un segundo intento de asalto al Palacio de San Telmo- para rescatar el partido en Andalucía y recuperar el poder perdido hace seis años.
Llama «suavón» a Juanma Moreno
Montero sabe que el principal enemigo, aparte del presidente Juanma Moreno Bonilla, es la abstención en las próximas elecciones andaluzas que, salvo giro inesperado de guion, se celebrarán como muy tarde en la primavera de 2026. Y lo que no quiere es una precampaña plana, porque cree que sólo beneficia a su rival político, que lleva años cultivando un perfil moderado que ella no se cree ni comparte y que tilda de «suavón».
En su discurso, la líder de los socialistas andaluces esbozó que su estrategia para «ganar» va en una doble dirección. Por un lado, desde este sábado se ha puesto manos a la obra para activar un movimiento capilar que combata la abstención y la resignación de que la partida (electoral) está perdida, como sucedió en las pasadas generales que, contra todos pronóstico, permitió seguir gobernando a Sánchez con los votos de los partidos independentistas.
Por otro, Montero dedicó buena parte de su intervención a presentar al presidente andaluz y líder regional del PP como una persona insensible, que tiene el «como único argumentario agravio territorial» frente a Cataluña, que practica un «andalucismo» con ribetes folclóricos contra «un enemigo inventado» (el Gobierno progresista), y que «lleva siete años destruyendo» los servicios públicos como la sanidad, la educación y la dependencia no tanto porque los populares sean «malos gestores», que a su juicio lo son, sino porque les mueve un «interés privatizador» oculto.
Echa en cara a Moreno que no hable de «genocidio»
Todo ello pasa, naturalmente, por polarizar. Ahí puso el acento Montero desde el principio de su larga intervención, cuando le reprochó a Juanma Moreno que haga «malabares dialécticos» para no reconocer que el pueblo palestino está siendo masacrado. «Genocidio, señor Moreno Bonilla, repita con nosotros, se trata de un ge-no-ci-dio», pronunció masticando las sílabas como Sánchez, de quien dijo que está marcando «la pauta a nivel internacional» ante la barbarie de Gaza.
El discurso ante los suyos fue una retahíla de reproches sin fin dirigidos al presidente que gobierna Andalucía con mayoría absoluta desde julio de 2022, del que dijo que «es más genovés (de la sede del PP nacional en la calle Génova) que andaluz» cuando renuncia a que se le perdone una deuda con el Estado de 18.791 millones de euros, que «es un artista en intentar quitarse de en medio» y no asumir sus competencias, frente a un Gobierno que «cuida y beneficia a Andalucía».
Críticas a Canal Sur
Frente a la «propaganda», la ministra sevillana de Hacienda aseguró que hay «un enorme descontento social». «Mire donde se mire hay andaluces protestando en cada rincón. Eso no lo saca Canal Sur, eso lo omite», pero la gente «está arta de que le vendan motos», proclamó Montero. Reunir esa «mayoría social» descontenta que aspira a que vea en ella a una alternativa al PP va a ser su principal desafío de aquí hasta que se convoquen las elecciones andaluzas.
En esta tarea deben dejarse la piel todos y cada uno de los militantes como «agentes electorales del proyecto». «Aquellos que no estén dispuestos a pelear, no pueden estar en el primer plano», avisó. «Con un partido fuerte y preparado. A por ello», arengó a los suyos. Para despejar cualquier duda, todos los asistentes al Comité Director se pusieron en pie para ovacionarla. Se habían acreditado 248 miembros de los 478 que lo integran este órgano.