Después de una semana de tensiones, el Pacto Histórico confirmó que sí tendrá consulta presidencial en octubre. No obstante, hubo una depuración de candidatos: ya no serán nueve precandidatos, sino que el listado quedó reducido a tres. En el tarjetón aparecerán Iván Cepeda, Daniel Quintero y Carolina Corcho.
El resto de los seis candidatos (Gustavo Bolívar, Susana Muhamad, María José Pizarro, Alí Bantú Ashanti, Gloria Inés Ramírez y Gloria Flórez) decidieron declinar su aspiración como una forma de que el sector de izquierda quede representado en Cepeda en contraposición a Daniel Quintero. Corcho fue la única que desde un comienzo dijo que iría sí o sí y ha mantenido esta postura sin importar los pedidos de unidad para frenar al exalcalde de Medellín.
Por su parte, entre los acuerdos logrados este viernes se estableció que María José Pizarro será la cabeza de la lista a Senado para las elecciones a Congreso de 2026. Será el único puesto fijo, el resto de postulaciones legislativas se definirán con la consulta interpartidista de octubre, en la que irán el Pacto Histórico (como partido compuesto por la UP, Polo Democrático y Partido Comunista), la Colombia Humana y Progresistas-el partido que nación de la escisión del Mais-.
La orden presidencial
La decisión de este viernes contrasta con el acuerdo al que se había llegado un día antes. En ese momento, ante las dudas jurídicas sobre las personerías del Pacto Histórico, Colombia Humana y Progresistas, se decidió que solo habría consulta interpartidista para las listas de Cámara y Senado.
No aplicarían la misma figura para la Presidencia, pues un concepto de la Misión de Observación Electoral (MOE) los alertó de que, si hacían la consulta en octubre de forma interpartidista, estaban obligados a ir con ese candidato a la primera vuelta y no participar de la consulta del Frente Amplio a la Presidencia, que se llevaría a cabo en marzo.
“Si la consulta se interpreta como selección de candidato presidencial, el resultado tendría carácter obligatorio según el artículo 7 de la Ley 1475 de 2011. En este caso, la persona ganadora no podría participar después en otra consulta interpartidista, porque ello configuraría doble militancia o incumplimiento de una decisión popular obligatoria”, dice el concepto.
Bajo esa tesis, el consejo político decidió en la tarde del jueves que era mejor no sacrificar una posible participación en las consultas de marzo y buscar una forma diferente de escoger al candidato único de la izquierda: “Respecto a la selección de la precandidatura presidencial, y considerando la falta de certezas jurídicas que garanticen la participación de la candidatura escogida en una consulta del Frente Amplio en marzo junto a otros liderazgos y sectores aliados, hemos resuelto priorizar dicha consulta como el espacio definitivo que asegure la elección de la opción ganadora de cara a las elecciones presidenciales de mayo”.
Sin embargo, el escenario cambió este viernes con un mensaje del presidente Gustavo Petro desde Nueva York, en el que desautorizó lo acordado frente al tema presidencial. “El Pacto Histórico debe ir a consulta popular. Es el pueblo el que tiene derecho a elegir sus candidatas o candidatos”, dijo el mandatario en un trino que fue calificado por sectores de oposición como una clara participación en política.
La postura presidencial llevó al consejo político del Pacto Histórico a reunirse de nuevo para rebarajar las posibilidades. Y es que una de las razones por las que habían pensado en frenar la consulta, además del riesgo jurídico, era el crecimiento de la favorabilidad de Daniel Quintero. Figuras como Gustavo Bolívar y Susana Muhamad presentaron cada vez más reparos a su presencia en la consulta. Sabían que si iban todos los nueve candidatos, el excalcalde paisa tenía las de ganar.
Sin embargo, no fue una negociación fácil. Aunque, desde que Iván Cepeda anunció su candidatura se puso sobre la mesa la posibilidad de que el resto de contendientes de izquierda se bajaran de su aspiración, hubo algunas resistencias que solo se pudieron dirimir este viernes.
Al final, el temor a una posible victoria de Quintero y las dificultades jurídicas fueron cruciales para la depuración. Los tres candidatos finales irán por una misma colectividad, el Pacto Histórico, por lo que ya no habrá lío de una consulta interpartidista.