El debate entre volver a la oficina o mantener el teletrabajo que una pandemia impuso a nivel global tiene muchos enfoques por los que se puede entrar. Hay uno que es el costo extra que supone al empleado tener que salir todos los días de su casa: gastos en desplazamiento, en comidas o en contar en el armario con una variedad de ropa formal para presentarse delante del resto del equipo y de los jefes.
Ya habíamos visto cómo en España uno de los principales gastos es la gasolina para desplazarse. Ahora, uno de los más conocidos sindicatos en España, la UGT en su sede de Catalunya, confirma que realmente el gasto es muy alto.
El sindicato calcula que si se suma el gasto económico que desembolsan los trabajadores residentes en Catalunya para dirigirse a su lugar de trabajo, junto con las horas perdidas en el trayecto, cada empleado gasta cerca de 100 euros a la semana en ir a su empleo. Al año esto son 5.000 euros de gasto extra.
No es solo cuestión de dinero, sino que además acaba robando tiempo. El mismo informe apunta a una media de 200 horas cada año, lo que son más de 8 días destinados a trasladarse de casa al trabajo y vuelta. Todo esto analiza la “demarcación de Barcelona”, que supone el segundo núcleo urbano de toda España.
Peajes, vehículos, carburante….
UGT de Catalunya mostró en su informe titulado “El coste de ir al trabajo” que hay un “elevado impacto económico, social y vital que soporta la clase trabajadora para poder llegar a su puesto de trabajo”. El informe fue presentado por Jordi Muñoz, secretario de movilidad del sindicato.
Según los datos expuestos, los trabajadores destinan de media 4,3 horas semanales a los trayectos de ida y vuelta, el equivalente a más de 200 horas al año, con casos que superan las 12 horas semanales en territorios con peor conexión de transporte público. Dentro de Barcelona, explican que esto se traduce a el Berguedà, Osona o el Garraf.
“Esta movilidad forzada tiene un coste económico medio de 100 euros semanales por persona, entre gastos directos (vehículo, carburante, peajes, abonos) e indirectos (tiempo invertido), lo que supone unos 5.000 euros anuales”.
El estudio explica que en total, los trabajadores y trabajadoras de la mencionada comunidad autónoma afrontan un gasto agregado que se eleva hasta los 20.000 millones de euros al año. A esta cifra hay que sumarle unos 2.000 millones de euros adicionales en costes sociales, que se refiere a contaminación, accidentes, ruido o inversión en infraestructuras.
Siniestralidad por causa de la movilidad laboral
UGT alerta también de que la movilidad laboral es una de las principales causas de siniestralidad: un tercio de los accidentes laborales mortales son viarios. En 2024, en Catalunya, aclaran que 33 personas perdieron la vida y 226 sufrieron heridas graves en siniestros relacionados con los desplazamientos laborales.
Ante esta situación, el sindicato propone un paquete de medidas para reducir el impacto económico y social de la movilidad obligada, entre las que destacan la ampliación del teletrabajo y la reorganización de la jornada laboral.
También hacen énfasis en la necesidad de mejorar el transporte público, con mayores frecuencias de buses interurbanos y un plan ferroviario que ofrezca más opciones de desplazamiento a la ciudadanía catalana.
Imagen | Foto de Lala Azizli en Unsplash
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