A medida que la administración Trump amplía su ofensiva contra la inmigración, cada vez son más los organismos que participan en ella. El brazo policial del Departamento de Estado (DOS), el Servicio de Seguridad Diplomática (DSS), colabora ahora con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en temas migratorios.
Los agentes del DSS están participando en la aplicación de la ley de inmigración en Estados Unidos y, según correos electrónicos consultados por WIRED, se les está pidiendo que registren el tiempo que dedican a estas tareas. Las competencias del DSS se limitan a cuestiones específicas como el fraude de visas y pasaportes, así como a la protección del secretario de Estado y de los dignatarios extranjeros que visitan el país, según su página web y fuentes de la agencia. Los agentes del DSS trabajan en oficinas locales del Departamento de Estado en EE UU, así como en embajadas y consulados en el extranjero. En un comunicado de prensa del ICE del 2 de junio, que describe la detención de casi 1,500 personas en Massachusetts, la agencia señalaba que había trabajado con el DSS, entre otros organismos encargados de hacer cumplir la ley.
El agente especial a cargo del departamento diplomático en Boston, Matthew O’Brien, declaró en el comunicado: “El DSS se enorgullece de trabajar con nuestros socios de las fuerzas federales del orden en apoyo de importantes operaciones de aplicación de la ley como esta, que sin duda hacen que nuestras comunidades sean más seguras y refuerzan nuestra seguridad nacional”.
La aplicación de las leyes de inmigración, según un trabajador del DSS que habló con WIRED bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa, queda claramente fuera de las funciones habituales de los agentes de dicho departamento. Varios funcionarios se sorprendieron al ver el comunicado de prensa y un video que lo acompañaba en el canal de YouTube de la agencia, en el que se destacaba la labor del servicio en temas migratorios.
Sin embargo, dos fuentes que hablaron con WIRED aseguran que esta participación en la aplicación de la ley de inmigración es completamente nueva para el DSS, un organismo especializado en un ámbito muy limitado de aplicación legal. “Nunca hacemos eso, porque no está dentro de nuestra autoridad. “Es algo así como poner a agentes de Hacienda a investigar el espionaje en la NASA. No tienen autoridad legal para hacerlo”, comentó un empleado actual del DSS sobre las acciones anteriores de la agencia.
En febrero, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, destinó a 600 de los más de 2,500 agentes del DSS “a ayudar en la detención y deportación de inmigrantes ilegales”, según un comunicado de prensa del DHS. El Departamento de Estado y el ICE no respondieron a la solicitud de comentarios.
Funciones que se salen de las manos de los agentes
El 26 de junio, se envió un correo electrónico a todo el personal del DSS con el asunto “Title 8 Reporting Instructions”. El Título 8 se refiere a la sección del Código de EE UU que trata sobre “extranjeros y nacionalidad”. En el correo se instruía a los agentes a reportar diferentes tipos de actividades relacionadas con inmigración en una herramienta llamada MyDSIR, incluidas las “detenciones”, que abarcan la participación como parte de un equipo de cateo, seguridad perimetral, transporte, vigilancia, etc. Para los casos del Título 8 que se originan en el DSS, o que pueden ser imputados por este, las oficinas tienen instrucciones de utilizar un sistema diferente: el Sistema de Gestión de Investigaciones. Además, los agentes deben registrar las horas dedicadas a actividades migratorias mediante otra herramienta, DSReady.
Un empleado del DSS explica que es común registrar todas las actividades como parte de una investigación del departamento. Sin embargo, hasta ahora la aplicación de las leyes de inmigración nunca había sido una categoría que se pudiera registrar en el sistema: “Antes, el sistema siempre rastreaba el fraude de pasaportes, el fraude de visas, o la investigación interna por mala conducta o por tráfico de seres humanos. Pero este Título 8 se está desviando de nuestra autoridad, de nuestra formación”.