La fiscalía del condado de Utah acusó a Tyler Robinson de la muerte a tiros del activista conservador Charlie Kirk en la Universidad de Utah Valley, un asesinato que, según las autoridades, tuvo motivaciones políticas. Piden la pena de muerte.
Jeff Gray, fiscal del condado de Utah, anunció la acusación formal en una conferencia de prensa al mediodía, enumerando los cargos de homicidio agravado, disparo de arma de fuego con lesiones corporales graves y comisión de un delito violento en presencia de menores. Robinson, de 22 años, también está acusado de dos cargos de obstrucción y dos cargos de manipulación de testigos.
“Charlie Kirk fue asesinado mientras ejercía uno de nuestros derechos estadounidenses más sagrados y preciados. El fundamento de nuestra república democrática es el libre intercambio de ideas en busca de la verdad, el entendimiento y una unión más perfecta”, declaró Gray. El asesinato se considera un delito agravado porque se creía que estaba motivado por la expresión política de la víctima, de acuerdo con el fiscal. Sobre la cuestión de la pena de muerte, añadió: “No tomo esta decisión a la ligera, me he basado únicamente en las pruebas disponibles y en las circunstancias y la naturaleza del delito”.
Robinson compareció ante el juez Tony Graf de forma virtual, desde la cárcel en la que está detenido, en la localidad de Spanish Fork.
Lo que ocurrió con Charlie Kirk
Kirk, de 31 años, recibió un disparo mortal el 10 de septiembre mientras respondía a las preguntas de unos estudiantes. Cofundador de Turning Point USA, se le atribuía el mérito de galvanizar a los jóvenes conservadores y de desempeñar un papel fundamental en el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2024.
El tiroteo desató el caos en el campus, donde las alertas de emergencia retrasadas y contradictorias dejaron a muchos estudiantes y profesores sumidos en la confusión. Desde entonces se han celebrado vigilias por Kirk en Arizona, Nueva York y Washington, entre otros estados. En todo Estados Unidos, el asesinato de Kirk se ha convertido tanto en un grito de venganza de la extrema derecha como en combustible para un ataque contra la sociedad civil.
Los investigadores afirman que las pruebas forenses vinculan a Robinson con el tiroteo. El director del FBI, Kash Patel, declaró a Fox & Friends que se había encontrado ADN coincidente en una toalla que envolvía el rifle y en un destornillador recuperado de la azotea donde se efectuó el disparo mortal. Patel también mencionó que los investigadores creen que Robinson escribió una nota con su supuesta intención de matar a Kirk, lo que refuerza las afirmaciones de que el ataque fue premeditado.
Una acusación hecha pública la semana pasada añade detalles vívidos a las acusaciones. Los fiscales afirman que las imágenes de vigilancia captaron a Robinson subiendo a un tejado del campus, tumbado en posición de “francotirador” y disparando a casi 160 metros de distancia. Los investigadores recuperaron cartuchos en el lugar de los hechos con mensajes grabados a mano, lo que, según los fiscales, apunta a la premeditación y al móvil.