Parecía que GoPro había abandonado sus cámaras 360, ya que han pasado más de seis años desde su último lanzamiento, hasta que este martes ha anunciado la GoPro Max 2. Fue uno de los pioneros del mercado en 2016 con su primer modelo, lo … que le pasó factura, ya que probablemente llegó demasiado pronto. Ahora tiene otros competidores que lo están haciendo realmente bien, como Insta360 y DJI, y GoPro siempre enfrenta la misma dicotomía que los demás no tienen: cómo atender al público profesional, que le es muy fiel, y al aficionado con el mismo producto.
La nueva Max 2 ofrece vídeo 360 en 8K reales, lentes intercambiables y un software que quiere simplificar la edición de un formato que generalmente no es fácil. La hemos probado y, aunque el salto respecto al modelo anterior es considerable, no todo es perfecto.
La gran novedad de la Max 2 está en la grabación. Alcanza 8K a 30 FPS en 360 grados con color de 10 bits, o lo que es lo mismo, 3.840 píxeles, lo que significa que tenemos un margen mucho mayor para reencuadrar, editar y aplicar recortes sin perder calidad. Además, con GoPro Labs se puede desbloquear un bitrate de hasta 300 Mbps, algo inédito en una cámara de consumo. Su competencia, la Insta360 X5, llega a los 3.500 píxeles, y la DJI Osmo 360 a los 3.600, por lo que podemos declarar a la Max 2 como vencedora en resolución.
En el modo de una sola lente se queda en 4K a 60 FPS, más que suficiente para tomas rápidas o contenido en vertical para TikTok o Instagram. No llega a competir con la Hero 13, ni de lejos, pero el objetivo aquí es otro: capturar absolutamente todo lo que te rodea para luego decidir qué encuadre usar, o tener el POV más amplio y épico de la historia. No nos podemos olvidar de los modos de cámara lenta a 4K 100 FPS y 5,6K 60 FPS.
Un poco frío
El recorte de imágenes es lo que nos ha dejado bastante fríos: al sacar una foto en 360 para luego recortarla, el nivel de detalle y la resolución son bastante bajos, dejando caras y objetos borrosos. Todo depende de cuánta luz tengamos y, claro, del nivel de recorte. Las cámaras 360 sufren de noche y, aunque la Max 2 tiene un modo nocturno que no lo hace mal, no es su entorno natural. Queda claro, cuanta más luz haya mejor imágenes tendremos.
Ejemplo de recorte realizado con el dispositivo
Otro recorte
Algo que DJI olvidó con la Osmo 360 es que las ópticas de ojo de pez de estas cámaras, al sobresalir tanto sobre el cuerpo, son propensas a recibir rayones, y es importante contar con ópticas intercambiables. En la Max 2 basta con girar y colocar una nueva, sin herramientas. Aunque están fabricadas en cristal óptico con recubrimiento repelente al agua y parecen muy resistentes; para los que usamos la cámara en la bici o en la nieve, es una tranquilidad.
El audio también mejora considerablemente con seis micrófonos con reducción avanzada de viento y la posibilidad de usar auriculares Bluetooth como micrófono externo. Hemos probado con nuestros auriculares para hacer deporte, y el resultado sorprende, especialmente si queremos grabar narraciones mientras la cámara graba durante el ejercicio.
Con la nueva batería Enduro de 1960 mAh conseguimos grabar sesiones largas, de más de una hora y media, sin necesidad de estar cambiando baterías cada dos por tres. Además, este tipo de batería, según GoPro, resiste mejor el frío, aunque no lo hemos podido comprobar.
Más que el frío, el calor siempre ha sido uno de los grandes enemigos de GoPro. Metimos la Max 2 en un espacio pequeño y cerrado, sin ventilación, la pusimos a grabar y, a los 40 minutos, se apagó por exceso de calor. Aguantó más de lo que esperábamos.
La interfaz también ha mejorado con una pantalla trasera un 10% más grande y accesos directos personalizables. Detalles que facilitan mucho el uso.
La clave sigue estando en el software. El modo POV, que nos ha encantado -el mejor que hemos visto-, y el modo autorretrato facilitan la vida al usuario menos avanzado: puedes grabar con estabilización Hypersmooth y luego exportar un vídeo plano listo para redes sociales sin tener que entrar en la edición 360. Además, en el modo autoretrato, el palo que usemos desaparece por arte de magia de la imagen.
Para los que quieran editar en 360, la ‘app’ Quik, nuestra favorita para editar vídeo, ha incorporado funciones de seguimiento de objetos con IA, creación de transiciones automáticas o añadir efectos dinámicos. Facilita mucho la edición, pero las funciones que probamos en beta todavía están algo verdes. Si lo comparamos con la competencia, el seguimiento de objetos, por ejemplo el de DJI en la Osmo, es muy superior.
Como comentábamos, la competencia está complicada. La resolución de 8K es real y superior a la de todos sus rivales, ofreciendo una mejor calidad de imagen y características únicas de GoPro, como el Hypersmooth.
Un buen añadido
La GoPro Max 2 es, sin duda, la cámara 360 más ambiciosa de la marca. Llega con más resolución, mejor audio, autonomía suficiente y, sobre todo, la posibilidad de cambiar lentes en un segundo. Y no hay que olvidar que, con GoPro Labs, se abre la puerta a la edición profesional. Nosotros somos firmes defensores de las cámaras 360, y la Max 2 está pensada para los creadores que quieren jugar con ángulos imposibles, grabar sus aventuras desde todos los puntos de vista y luego decidir cómo contarlas. Y si, además, formas parte del ecosistema GoPro, la Max 2 es un buen añadido a tu arsenal. Llega con un precio de 520 euros y ya está disponible para reserva.